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Guía sobre apuestas deportivas y Hacienda

Entiende tus obligaciones con apuestas deportivas y Hacienda. Aprende a declarar tus ganancias y a evitar sanciones con esta guía paso a paso.

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Si has ganado dinero con las apuestas deportivas, tarde o temprano te tocará pensar en Hacienda. Y es normal tener dudas. Pero que no cunda el pánico: declarar esas ganancias es más sencillo de lo que parece, y aquí te lo vamos a explicar paso a paso.

Lo primero que debes entender es que, para Hacienda, ese dinero extra que has conseguido es un aumento de tu patrimonio. Por tanto, tienes que incluirlo en tu declaración de la renta (el IRPF) si superas unos límites concretos.

¿Y por qué le interesan a Hacienda mis apuestas?

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Para la Agencia Tributaria, una ganancia por apuestas no es muy distinta a un bonus en el trabajo o al rendimiento de una pequeña inversión. El término técnico es “ganancia patrimonial no derivada de una transmisión”. Suena complicado, pero solo significa que tu patrimonio ha crecido sin necesidad de haber vendido algo, como una casa o unas acciones.

Piénsalo así: tu patrimonio es como una hucha. Tu sueldo mete dinero, y tus apuestas ganadas también. Por otro lado, cada apuesta que pierdes saca dinero de la hucha. Al final del año, a Hacienda no le importa cada moneda que entra o sale, sino el resultado final. Si a 31 de diciembre tienes más dinero en la hucha que al empezar el 1 de enero, has tenido un beneficio, y es sobre esa diferencia positiva que tienes que tributar.

La clave de todo: la ganancia patrimonial neta

El concepto que de verdad tienes que dominar es el de ganancia patrimonial neta. Esta es la cifra que resume toda tu actividad con las apuestas durante el año fiscal, que va del 1 de enero al 31 de diciembre.

Calcularla es muy fácil:

  • Suma todo lo que has ganado: Coge el importe total de todas tus apuestas acertadas.
  • Resta todo lo que has perdido: Ahora, suma el dinero de todas las apuestas que no salieron bien.

La cifra que te queda es tu ganancia neta. Si es positiva, ese es el importe que podría tocarte declarar. Si el resultado es negativo, significa que has perdido más de lo que ganaste, así que no tienes que pagar impuestos por ello (aunque te conviene guardar el registro para compensar ganancias en el futuro). Si quieres profundizar, échale un vistazo a nuestra guía completa sobre Hacienda y las apuestas deportivas.

Un punto importante: No tienes que declarar cada apuesta que ganas. La obligación surge del balance total al final del año. Hacienda quiere saber cuál ha sido el resultado global de tu actividad como apostador.

Un sector cada vez más vigilado

El interés de Hacienda no es casualidad. El boom de las apuestas online ha hecho que este sector sea una fuente de ingresos fiscales muy importante. Desde la Ley de Regulación del Juego de 2011, los controles han ido a más.

De hecho, en 2023, la Agencia Tributaria informó de que el sector de las apuestas online generó unos 580 millones de euros en impuestos, lo que supuso un aumento de más del 20 % respecto a 2021. Está claro que es un área a la que prestan mucha atención.

Cómo calcular la ganancia neta de tus apuestas

Para cumplir con tus obligaciones en la relación entre apuestas deportivas y hacienda, lo primero es saber exactamente qué cifra debes declarar. No se trata del total que has ganado ni del dinero que has retirado a tu cuenta bancaria. A la Agencia Tributaria solo le interesa un concepto: la ganancia patrimonial neta anual.

Esta cifra es, en pocas palabras, el resultado final de toda tu actividad como apostador durante un año fiscal, que siempre va del 1 de enero al 31 de diciembre. Es el balance que deja claro si, en conjunto, has ganado o perdido dinero.

La fórmula para el cálculo de tu ganancia neta

El proceso es mucho más sencillo de lo que parece y se resume en una fórmula bastante lógica. Piénsalo como si llevaras la contabilidad de un pequeño negocio: para saber el beneficio real, necesitas restar los gastos de los ingresos. En el mundo de las apuestas, la idea es exactamente la misma:

Ganancia Neta Anual = (Suma de todas las ganancias) - (Suma de todas las pérdidas)

Las ganancias son todos los premios que recibes de tus apuestas acertadas. Por otro lado, las pérdidas son el dinero que has jugado y no has recuperado. Es clave entender que las pérdidas son deducibles, es decir, se restan de las ganancias, lo que reduce la cantidad sobre la que podrías tener que pagar impuestos.

¡Ojo al dato! Los depósitos que haces en tu cuenta de la casa de apuestas no se consideran ni ganancia ni pérdida. Son simplemente movimientos de tu propio dinero, por lo que no influyen para nada en el cálculo de cara a Hacienda.

Mantener un registro detallado es tu mejor aliado. Créeme, una simple hoja de cálculo donde anotes cada apuesta (fecha, importe, cuota, resultado y ganancia/pérdida) te facilitará enormemente la vida cuando llegue la hora de hacer la declaración. Así tendrás una visión clara y el cálculo será inmediato.

Ejemplos de cálculo de ganancia neta anual

La teoría está muy bien, pero donde de verdad se entienden las cosas es con ejemplos prácticos. Aquí tienes una tabla que resume tres situaciones muy comunes para que veas cómo se aplica la fórmula en cada caso.

ConceptoEscenario 1 (Apostador Ocasional)Escenario 2 (Apostador Regular)Escenario 3 (Pérdidas Netas)
Depósitos totales en el año500 €300 €1.000 €
Ganancias totales (premios brutos)3.200 €1.800 €800 €
Pérdidas totales (apuestas fallidas)1.200 €600 €1.500 €
Dinero retirado al banco0 €1.000 €0 €
Cálculo (Ganancias - Pérdidas)3.200 € - 1.200 €1.800 € - 600 €800 € - 1.500 €
Ganancia Neta a declarar2.000 €1.200 €-700 €

Como ves, los depósitos o el dinero que retiras a tu banco son irrelevantes para el cálculo. Lo único que cuenta es el balance final entre lo ganado y lo perdido.

  • En el Escenario 1, la persona debe declarar una ganancia de 2.000 €.
  • En el Escenario 2, aunque solo retiró 1.000 €, su ganancia real fue de 1.200 € y esa es la cifra que debe declarar. Este es uno de los errores más comunes: pensar que solo se tributa por lo que se saca de la casa de apuestas.
  • En el Escenario 3, el resultado es una pérdida neta de 700 €. Al no haber beneficio, no hay nada que tributar. Sin embargo, es muy recomendable incluir estas pérdidas en la declaración de la Renta, ya que legalmente puedes compensarlas con otras ganancias patrimoniales (como la venta de acciones) del mismo año o guardarlas para compensar beneficios de los próximos cuatro años.

El siguiente gráfico te ayuda a visualizar los umbrales clave que marcan la obligación de declarar.

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Como puedes observar, superar el límite de 1.000 € en ganancias netas (siempre que no tengas otras rentas) ya te obliga a presentar la declaración. A partir de ahí, se aplica un tipo impositivo que empieza en el 19 %.

El proceso para declarar tus apuestas en la Renta

Vale, ya has hecho los deberes y tienes clara tu ganancia neta anual. Ahora toca el paso que a muchos les da respeto: meterlo en la declaración de la Renta. Puede sonar complicado, pero en realidad es un proceso bastante mecánico dentro del programa Renta WEB de la Agencia Tributaria. No hay que asustarse, vamos a ver juntos dónde hay que hacer clic y qué número poner.

La clave está en entender qué son tus beneficios para Hacienda. Las ganancias de las apuestas deportivas se consideran "ganancias patrimoniales que no derivan de la transmisión de elementos patrimoniales". Este trabalenguas fiscal solo significa que has ganado dinero sin vender nada (como una casa o unas acciones). Sabiendo esto, ya podemos ir a buscar su sitio en la declaración.

Localizando la casilla correcta en Renta WEB

El formulario de la Renta tiene un montón de casillas, pero la nuestra es muy concreta. Tenemos que ir al apartado de "Premios obtenidos por la participación en juegos, concursos, rifas o combinaciones aleatorias".

Dentro del programa Renta WEB, los pasos son sencillos:

  1. Ve al Resumen de tu declaración: Una vez dentro del borrador, localiza la sección de "Ganancias y pérdidas patrimoniales".
  2. Busca el apartado de premios: Dentro de ese menú, verás una subsección para premios. Ahí es donde tienes que entrar.

La casilla que buscas es la casilla [0282]. Aquí es donde debes escribir el importe total de la ganancia neta que calculaste.

Importante: La cifra que pones aquí es el resultado final: Ganancias Totales - Pérdidas Totales del año. No se pone ni lo que has ingresado en la casa de apuestas ni lo que has retirado a tu banco.

Un vistazo visual al proceso

Para que no haya ninguna duda, esta es la pantalla que te encontrarás. La imagen es del propio manual de la Agencia Tributaria, así que es exactamente lo que verás.

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Como ves, el formulario te lo pide sin rodeos: "Premios obtenidos por la participación en juegos...". Es justo ahí donde tienes que reflejar el balance positivo de tus apuestas deportivas y Hacienda.

¿Y cómo afecta esto a tu declaración?

Una vez que metes la cifra en su casilla, Renta WEB se encarga del resto. Ese dinero se suma a lo que en fiscalidad se llama la base imponible general. Dicho de otro modo, se junta con tu sueldo, lo que ganes como autónomo o por un alquiler.

¿Qué significa esto para el resultado final?

  • Si te sale a pagar: La cantidad que debes a Hacienda será mayor.
  • Si te sale a devolver: Lo normal es que la devolución sea menor, o incluso que la declaración dé la vuelta y te toque pagar.

El impacto exacto dependerá de tus ingresos totales y de los famosos tramos del IRPF. Lo fundamental es que entiendas que estas ganancias no van por libre, sino que se mezclan con toda tu situación fiscal. Si quieres profundizar en los números, te recomendamos echar un ojo a nuestro artículo sobre cómo tributan las apuestas deportivas.

Saltarse este paso es una mala idea. La Agencia Tributaria tiene los datos que le pasan las casas de apuestas y los cruza con tu declaración. Si algo no cuadra, te llegará una notificación para que lo arregles, y eso puede acabar en una sanción con intereses. Declararlo bien no es solo una obligación, es la mejor forma de dormir tranquilo.

Cómo afectan los tramos del IRPF a tus ganancias

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Vale, ya has calculado tu ganancia neta. Ahora viene la pregunta del millón: ¿cuánto te va a tocar pagar exactamente a Hacienda por ese dinero? La respuesta no es tan simple como un porcentaje fijo, sino que depende de algo fundamental en nuestro sistema fiscal: los famosos tramos del IRPF.

Mucha gente piensa que si gana, por ejemplo, 2.000 € apostando, pagará un 19% de eso y punto. Pero la realidad es muy distinta. Tus beneficios del juego no van por libre; se suman a todo lo demás que ganas en el año, como tu sueldo, y forman una única "montaña" de ingresos. Esta montaña es lo que se conoce como base imponible general.

Piensa en ello como si fueras a llenar un depósito con cubos de agua. El depósito tiene diferentes marcas (los tramos), y a medida que el nivel sube, el ritmo de llenado (el impuesto) cambia. Tus ganancias de las apuestas son simplemente más cubos que añades, haciendo que el nivel del agua suba y, quizá, llegue a una marca más alta donde el impuesto es mayor.

¿Cómo funciona el sistema progresivo del IRPF?

El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es progresivo. ¿Y eso qué significa? Pues, sencillamente, que cuanto más ganas en total, más alto es el porcentaje que pagas. Pero ojo, ese porcentaje más alto solo se aplica al dinero que supera ciertos límites, no a todo. Es un sistema pensado para que quien tiene más ingresos, aporte más.

Los tramos del IRPF funcionan por porciones. Si ganas 30.000 € al año (por poner una cifra), no pagas el impuesto correspondiente a ese tramo sobre los 30.000 € completos. En realidad, pagas un tipo más bajo por la primera parte de tu dinero, luego otro un poco más alto por la siguiente, y así vas subiendo.

Para que quede más claro:

  • Primer tramo: Hasta una cantidad inicial, se te aplica el porcentaje de impuestos más bajo.
  • Segundo tramo: El dinero que ganas por encima de ese primer límite ya tributa a un tipo un poco superior.
  • Tramos siguientes: A medida que tus ingresos totales crecen, las nuevas porciones de dinero van "cayendo" en tramos con porcentajes cada vez más altos.

La clave aquí es que tus beneficios de las apuestas deportivas con Hacienda se juntan con tu nómina y otros ingresos. Esto puede provocar que una parte de tu renta "salte" al siguiente tramo, y esa porción extra tributará a un tipo más elevado.

El impacto real en tu bolsillo, con ejemplos claros

Vamos a ver con dos casos prácticos cómo una misma ganancia de 2.000 € en apuestas afecta de forma muy diferente según quién la obtenga.

Ejemplo 1: Ana, con un sueldo de 20.000 €

  • Salario anual: 20.000 €
  • Ganancia neta en apuestas: 2.000 €
  • Total a declarar: 22.000 €

Al sumar esos 2.000 €, lo más probable es que la mayor parte de esa ganancia siga dentro del mismo tramo fiscal en el que ya estaba su sueldo. Por lo tanto, el "mordisco" de Hacienda sobre esos 2.000 € será relativamente bajo, pagando el porcentaje que le corresponde a ese nivel de ingresos.

Ejemplo 2: Carlos, con un sueldo de 55.000 €

  • Salario anual: 55.000 €
  • Ganancia neta en apuestas: 2.000 €
  • Total a declarar: 57.000 €

Carlos, con su salario, ya se encuentra en un tramo del IRPF más alto. Al añadir los 2.000 € de las apuestas, ese dinero extra caerá directamente en una franja con un porcentaje de impuestos bastante más elevado que el de Ana. La misma ganancia le sale mucho más cara a Carlos.

Esta dinámica nos muestra que el mundo de las apuestas va más allá del simple juego y tiene un peso económico y fiscal cada vez mayor. De hecho, los ingresos del sector de apuestas deportivas online en España han pasado de 1.2 mil millones de euros en 2018 a unos 3.8 mil millones en 2024. Gracias a este crecimiento, Hacienda recaudó unos 250 millones de euros en impuestos solo en 2023. Si te interesa el tema, puedes leer más sobre el crecimiento del mercado en este análisis detallado de Statista.

Errores comunes al declarar tus apuestas y cómo evitarlos

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Cuando hablamos de apuestas deportivas y Hacienda, un pequeño descuido puede acabar en un gran quebradero de cabeza. Conocer los tropiezos más habituales es la mejor estrategia para hacer una declaración correcta y dormir tranquilo, sin miedo a recibir una carta de la Agencia Tributaria.

Vamos a repasar esos fallos típicos para que te sirvan como una lista de comprobación final antes de darle al botón de "presentar" en tu declaración de la Renta.

Declarar solo el dinero que retiras al banco

Este es, de lejos, el error número uno y el más peligroso. Mucha gente piensa que solo tiene que tributar por el dinero que mueve desde la casa de apuestas a su cuenta bancaria. Nada más lejos de la realidad.

A Hacienda le da igual dónde tengas el dinero. Lo único que cuenta es la ganancia neta anual que has generado, sin importar si la has retirado o la sigues teniendo en tu saldo de juego. Si has ganado 2.000 € netos, tienes que declarar esos 2.000 €, aunque no hayas movido ni un céntimo al banco.

Olvidarse de compensar las pérdidas

Otro fallo muy común es centrarse solo en lo bueno, las ganancias, e ignorar por completo las pérdidas. La ley te permite restar todas las apuestas que has perdido de las que has ganado en el mismo año. Si no lo haces, estarás pagando impuestos de más. Es así de simple.

Piénsalo: si has ganado 5.000 € pero has perdido 3.000 €, tu beneficio real es de 2.000 €, no de 5.000 €. Por eso es crucial llevar un buen registro de todo, para poder aprovechar esta compensación y tributar solo por lo que de verdad has ganado. Si quieres profundizar en esto, echa un vistazo a nuestro artículo sobre cómo gestionar las pérdidas en apuestas deportivas ante Hacienda.

No incluir los bonos y las promociones

Esos bonos de bienvenida, las apuestas gratis (freebets) y otras promociones que te dan las casas de apuestas no son un simple regalo. Para Hacienda, cualquier dinero que la casa de apuestas te ingresa y que te permite jugar y ganar, se considera una ganancia patrimonial más.

Dicho de otro modo, el valor de esos bonos tienes que sumarlo a tus ganancias totales cuando calcules lo que te toca pagar. Omitirlo es un error que la Agencia Tributaria puede pillar fácilmente cruzando datos con las casas de apuestas.

No declarar por desconocimiento o por tener pérdidas

"Es que no sabía que tenía que hacerlo" no es una excusa que funcione con Hacienda. Si superas los límites que te obligan a declarar, tienes que hacerlo. El desconocimiento de la ley no te libra de cumplirla.

Y una cosa más: aunque hayas terminado el año perdiendo dinero, es muy recomendable que lo reflejes en tu declaración. Si lo haces, dejas constancia oficial de esas pérdidas y podrás compensarlas con las ganancias que obtengas en los próximos cuatro años. Es una ventaja fiscal que te estarías perdiendo si simplemente decides no presentar nada.

Resolvemos tus dudas: apuestas y la declaración de la Renta

Llegados a este punto, es normal que todavía tengas algunas preguntas concretas dándote vueltas. La relación entre las apuestas deportivas y Hacienda siempre genera un mar de dudas, así que hemos juntado las más habituales para darles una respuesta clara y directa. Sin rodeos.

Piensa en esta sección como tu chuleta de consulta rápida para despejar esas últimas incertidumbres.

¿Qué pasa si no declaro mis ganancias de apuestas?

Vamos a ser claros: ignorar tus obligaciones con Hacienda nunca es una buena idea. La Agencia Tributaria tiene mecanismos muy finos para pillar ingresos que no se han declarado, y el dinero del juego no es ninguna excepción. De hecho, las casas de apuestas con licencia en España están obligadas por ley a chivarse de todo a Hacienda.

Si decides hacerte el sueco, te arriesgas a que te llegue un requerimiento de información o, peor aún, una propuesta de liquidación provisional. Es lo que la gente conoce como una "paralela". En ese momento, Hacienda te dirá que ha encontrado algo que no cuadra y te exigirá pagar los impuestos que te saltaste.

Pero la cosa no acaba ahí. A la cantidad que debías, tendrás que sumarle los intereses de demora y, casi con total seguridad, una buena sanción económica.

Las multas por no declarar pueden doler, y mucho. Van desde el 50% hasta el 150% de la cantidad que no pagaste. El palo será más o menos grande dependiendo de la gravedad y de si Hacienda considera que intentaste ocultar el dinero a propósito.

En resumen, el riesgo no compensa. Declarar bien te da tranquilidad y te ahorra problemas que, a la larga, salen mucho más caros.

¿Los bonos de bienvenida cuentan como ganancias?

Sí, rotundamente sí. Para Hacienda, cualquier cosa que te suponga una ventaja económica es una ganancia patrimonial. Y eso incluye los famosos bonos de bienvenida, las apuestas gratis (freebets) o cualquier otra promo que infle tu saldo sin que tú pongas dinero.

Piénsalo de esta forma: si una casa de apuestas te regala un bono de 50 €, tu patrimonio ha crecido en ese valor. Ahora tienes 50 € más para jugar y, con suerte, ganar. Por eso, el importe de ese bono hay que sumarlo al total cuando calcules tu ganancia neta del año.

  • Bono recibido: 50 €
  • Ganancias totales del año: 1.000 €
  • Total a considerar como ganancia bruta: 1.050 €

Olvidarse de los bonos es un fallo muy común que te puede llevar a declarar una cifra equivocada. Revisa bien tu historial para no dejarte ni uno.

¿Tengo que declarar si he perdido dinero al final del año?

Si tu balance del año es negativo (o sea, si las pérdidas superan a las ganancias), no tienes que pagar impuestos por las apuestas. Lógico, porque no ha habido beneficio. Ahora bien, aunque no tengas obligación de pagar, es muy recomendable que sí lo incluyas en tu declaración.

¿Por qué? Porque la ley fiscal te da una pequeña ventaja: te permite compensar esas pérdidas con otras ganancias patrimoniales que no vengan del juego. Imagina que vendiste unas acciones o un fondo de inversión y ganaste dinero; podrías usar las pérdidas de las apuestas para rebajar el impuesto que pagarías por eso.

Si no tienes otras ganancias con las que compensar, al meter las pérdidas en la Renta dejas constancia oficial. Esto te permite "guardártelas" para restarlas de las ganancias que puedas tener en los próximos cuatro años. Es una jugada inteligente para optimizar tus impuestos en el futuro.

¿Cómo consigo el informe fiscal de mi casa de apuestas?

Todas las casas que operan legalmente en España están obligadas a darte un resumen anual de todo tu movimiento. Ese papel es oro puro para hacer bien la declaración. Lo normal es que lo encuentres de una de estas dos maneras:

  • En tu perfil de usuario: La mayoría de webs tienen una sección tipo "Historial", "Mis transacciones" o directamente "Informe fiscal". Suele estar listo para descargar en PDF a principios del año siguiente (por ejemplo, en febrero o marzo de 2024 para las cuentas de 2023).
  • Pidiéndolo a soporte: Si no lo ves por ningún lado, escribe o llama a atención al cliente. Están obligados a dártelo.

Este informe te lo dará todo mascadito: depósitos, retiradas, apuestas ganadas y perdidas. Es la herramienta perfecta para calcular tu ganancia neta anual sin errores.

¿Se declaran igual las apuestas presenciales que las online?

Sí, para Hacienda no hay diferencia. Una ganancia es una ganancia, da igual si la has conseguido desde el móvil o en el bar de la esquina. En ambos casos, cuenta como una ganancia patrimonial que va al saco general de la base imponible de tu IRPF.

El cálculo para sacar la ganancia neta (ganancias menos pérdidas) es exactamente el mismo. Lo único que cambia es lo fácil que es tener un registro. Online todo queda guardado, pero si juegas en un local, es tu responsabilidad guardar los tickets y boletos para poder demostrar tus ganancias y, sobre todo, tus pérdidas.

¿Hay un mínimo exento para no declarar las ganancias de apuestas?

Aquí viene una de las confusiones más grandes. No, no existe una cantidad mínima de ganancia por apuestas que esté "libre" de impuestos. Lo que sí hay son unos límites generales que te obligan o no a presentar la declaración de la Renta.

La regla clave es esta:

Si la suma de tus ganancias patrimoniales (incluyendo las de apuestas) y tus otros rendimientos (sueldo, rentas, etc.) supera los 1.000 € brutos al año, estás obligado a presentar la declaración.

Esto quiere decir que si, por ejemplo, no tienes trabajo pero ganas 1.200 € netos apostando, ya te toca declarar. O si tienes tu sueldo y, aparte, ganas 300 € en apuestas, esos 300 € se suman al resto y también tienes que declararlos. La idea de que "si gano menos de X no hago nada" es un mito muy peligroso en el mundo de las apuestas deportivas y Hacienda.


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