¿Qué es el stake en apuestas y cómo aprovecharlo al máximo?
Aprende qué es el stake en apuestas y cómo usarlo para gestionar riesgos, proteger tu bankroll y ganar con estrategias inteligentes.
Publicado por

Artículos relacionados
Descubre los mejores tipsters de telegram de NBA y domina tus apuestas en 2025
Conoce los mejores tipsters de telegram de NBA y mejora tus apuestas con las mejores recomendaciones para 2025. ¡No te lo pierdas!
Cómo conseguir deslimitar tu cuenta de apuestas deportivas: Guía rápida
Aprende cómo conseguir deslimitar tu cuenta de apuestas deportivas con consejos efectivos y estrategias para evitar restricciones y jugar sin límites.
Cómo calcular el ROI para conocer la rentabilidad real en apuestas deportivas
Aprende cómo calcular el ROI para conocer la rentabilidad real de un sistema de inversión en apuestas deportivas. Guía práctica y consejos claves.
Si alguna vez has apostado, seguro que te has preguntado: ¿cuánto dinero le meto a esta apuesta? Pues bien, la respuesta profesional a esa pregunta tiene nombre: stake.
Piensa en el stake como un medidor de confianza. Es una escala, normalmente del 1 al 10, que refleja qué tan seguro estás de que tu pronóstico va a salir bien. No se trata solo de apostar por apostar, sino de asignar una parte de tu dinero (tu bankroll) de forma inteligente según esa confianza.
El stake: la base de una buena gestión
Manejar bien el stake es lo que diferencia a un apostador impulsivo de uno que tiene una estrategia. Es tu principal herramienta para proteger tu dinero. ¿Por qué? Porque te obliga a pensar antes de actuar, asegurando que no arriesgues una gran parte de tu capital en una corazonada.
Con un buen sistema de stake, las malas rachas duelen menos y las buenas se aprovechan mejor.
En pocas palabras, el stake convierte las apuestas en algo más parecido a una inversión. Te obliga a analizar cada partido o evento y a ser honesto contigo mismo sobre las probabilidades reales de ganar.
Un stake bajo (1-3) es para esas apuestas más locas, con cuotas altas o en mercados que no dominas del todo. En cambio, un stake alto (8-10) se reserva para esas oportunidades que, después de analizarlas a fondo, parecen un caramelo. Saber cuándo usar cada nivel es el verdadero arte de la gestión del bankroll.
¿Cómo se conecta el stake con mi bankroll?
Aquí está la clave de todo. Tu stake y tu bankroll (el dinero total que tienes para apostar) van de la mano. El sistema de stake te dice qué porcentaje de ese bankroll deberías arriesgar en cada apuesta. Por lo general, nunca debería superar el 5% por operación.
Este gráfico lo explica de forma muy visual:
Como ves, el stake es el puente que une tu capital total con la cantidad que pones en juego. Así te aseguras de que una sola apuesta perdida no te deje fuera de combate.
Para que te hagas una idea más clara, aquí tienes una chuleta rápida.
Guía rápida de niveles de stake
Esta tabla te ayudará a relacionar tu nivel de confianza con el stake y el porcentaje de tu bankroll que deberías apostar.
Nivel de Stake (1-10) | Nivel de Confianza | Porcentaje Sugerido del Bankroll |
---|---|---|
1-2 | Muy baja / Experimental | 0.5% - 1% |
3-4 | Baja / Con dudas | 1.5% - 2% |
5-6 | Media / Equilibrada | 2.5% - 3% |
7-8 | Alta / Mucha seguridad | 3.5% - 4% |
9-10 | Máxima / "Apuesta de valor" | 4.5% - 5% |
Recuerda que el stake 10 es algo casi excepcional. Deberías reservarlo para esas oportunidades que se dan muy de vez en cuando y que has estudiado hasta el último detalle.
Esta forma de apostar, más metódica y controlada, es cada vez más popular. El sector de las apuestas en España ha crecido mucho, en parte gracias a una regulación que ha traído operadores serios como Codere y LeoVegas. Si te interesa saber más sobre cómo ha evolucionado este mercado, puedes encontrar información detallada en este análisis de oeeu.org.
Cómo calcular el stake para cada apuesta
Asignar un stake a una apuesta no va de tener una corazonada. Es pura estrategia y cálculo. Los apostadores que realmente saben gestionar su dinero no dejan esta decisión al azar, sino que se apoyan en sistemas probados para decidir cuánto arriesgan en cada jugada.
Hay varias formas de hacerlo, pero dos métodos son los más conocidos y efectivos. Si los entiendes bien, podrás elegir el que mejor encaje con tu forma de apostar y tu experiencia, protegiendo así tu dinero a largo plazo.
El sistema de stake fijo
El método de stake fijo es, de lejos, el más recomendado para quienes empiezan. ¿Por qué? Porque es sencillo y seguro. La regla es simple: apuestas siempre el mismo porcentaje de tu bankroll total, da igual la confianza que tengas en el resultado.
Imagina que decides que tu unidad de stake será siempre el 1% de tu capital. Si tienes 100 €, cada apuesta que hagas será de 1 €. Si tu bankroll crece hasta los 120 €, tus apuestas pasarán a ser de 1,20 €. Siempre el mismo porcentaje.
Este enfoque es genial porque elimina las emociones de la partida. Te protege de la tentación de apostar más fuerte para recuperar pérdidas o de arriesgar demasiado cuando te sientes invencible. Es la mejor forma de mantener la disciplina.
El sistema de stake variable
A medida que ganas más experiencia y control, el stake variable se convierte en una herramienta mucho más potente. Con este sistema, la cantidad que apuestas cambia según la confianza que le das a tu pronóstico (tu stake del 1 al 10).
Primero, defines una "unidad" base. Normalmente es un porcentaje pequeño de tu bankroll, como el 0.5% o el 1%. Después, solo tienes que multiplicar esa unidad por el nivel de stake que le has asignado a la apuesta.
Vamos con un ejemplo para que quede claro:
- Bankroll total: 500 €
- Unidad de apuesta (1%): 5 €
- Apuesta de confianza media (Stake 5/10): Aquí apostarías 5 unidades. Es decir, 5 x 5 € = 25 €.
- Apuesta de máxima confianza (Stake 9/10): En este caso, serían 9 unidades. O sea, 9 x 5 € = 45 €.
Este método te permite sacar más provecho de esas oportunidades donde ves una ventaja clara. Eso sí, exige ser muy honesto contigo mismo al valorar tu confianza para no cometer errores.
Si buscas algo más avanzado que tenga en cuenta las cuotas y la probabilidad real, puedes echar un vistazo a herramientas como la que explicamos en nuestro artículo sobre la calculadora de Kelly, que es una fórmula matemática para encontrar el tamaño óptimo de cada apuesta.
Niveles de stake aplicados a situaciones reales
La teoría está muy bien, pero para entender de verdad qué es el stake, hay que bajar al barro y ver cómo funciona en el mundo real. La clave está en asociar cada nivel de confianza a un escenario deportivo concreto. Así, lo que parece un concepto abstracto se convierte en una herramienta que usarás casi por instinto.
Vamos a ver ejemplos prácticos con los que cualquier aficionado se sentirá identificado. La próxima vez que analices un partido, tendrás mucho más claro qué nivel de riesgo estás dispuesto a asumir.
Stake bajo (1-4): la apuesta con más fe que datos
Este es el terreno de las sorpresas, de esos resultados que parecen sacados de una película pero que tienen una cuota tan jugosa que es imposible no probar suerte. Son apuestas que haces con la cabeza fría, sabiendo que lo más probable es perderlas, pero... ¿y si suena la flauta? Aquí no deberías jugar más de un 1,5 % - 2 % de tu banca.
- Stake 1-2: ¿Apostar a que un equipo de Segunda RFEF le gana la Copa del Rey al campeón de Liga? Es una auténtica locura, una apuesta puramente por diversión.
- Stake 3-4: Imagina que el Getafe visita el Camp Nou. Ganar allí es una misión casi imposible para ellos, pero en el fútbol hemos visto cosas más raras. Un stake bajo encaja perfectamente aquí.
Stake medio (5-7): el pan de cada día del apostador
Aquí es donde se cuece el bacalao. Estas son tus apuestas habituales, las que se basan en la lógica, las estadísticas y un buen análisis previo. La mayoría de los apostadores con experiencia se mueven en este rango porque ofrece un equilibrio ideal entre el riesgo que asumes y la probabilidad de acertar.
Tu stake medio es tu apuesta de cabecera. Es el reflejo de una confianza sólida en un resultado que tiene todo el sentido del mundo, pero que, como sabes, en el deporte nunca hay nada garantizado al 100 %.
Por ejemplo, un stake 5-6 sería apostar por la victoria del Real Madrid o del FC Barcelona en su estadio contra un rival de mitad de tabla, como Osasuna o el Celta de Vigo. Es lo que todos esperamos, pero una mala tarde la tiene cualquiera.
Stake alto (8-10): la oportunidad que no puedes dejar pasar
Y llegamos a las joyas de la corona. Un stake alto se usa poquísimas veces. Es solo para esas ocasiones en las que, después de analizarlo todo al milímetro, te encuentras con una apuesta que parece un regalo. Las cuotas no serán espectaculares, pero la probabilidad de que salga es altísima.
- Stake 8-9: Piensa en un partido de tenis de primera ronda entre Carlos Alcaraz y un jugador que está fuera del top 200 del ranking ATP. La diferencia de nivel es tan abismal que la victoria del español es prácticamente un hecho.
- Stake 10: Este es el unicornio de las apuestas, esa oportunidad que ves una vez cada mucho tiempo. Se reserva para cuando detectas un error claro en la cuota de una casa de apuestas. La combinación de un stake altísimo con un fallo así es, en esencia, lo que llamamos una apuesta de valor.
Saber cuándo usar cada nivel es crucial para que tu bankroll crezca de forma sostenible. Si te pica la curiosidad y quieres aprender a cazar estas oportunidades de oro, no te pierdas nuestra guía sobre cómo encontrar apuestas de valor o value bets.
Por qué el stake es tu mejor aliado para gestionar el bankroll
<iframe width="100%" style="aspect-ratio: 16 / 9;" src="https://www.youtube.com/embed/Aw1iIrBdBIk" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen></iframe>Hablar de stake es hablar de gestión del bankroll. Son dos caras de la misma moneda. Si lo haces bien, el stake actúa como un auténtico salvavidas para tu capital, protegiéndote tanto de las malas rachas (que siempre llegan) como de las decisiones impulsivas que tomamos en caliente.
Vamos a verlo con un ejemplo muy claro. Imagina dos apostadores, ambos con 100 € de presupuesto y con el mismo porcentaje de aciertos.
El primero apuesta sin ton ni son. A veces mete 20 € a un partido, otras veces solo 5 €, guiado únicamente por el pálpito del momento. El segundo, en cambio, es metódico y aplica un sistema de stake fijo, sin arriesgar nunca más del 5 % de su capital en una sola apuesta.
Cuando llegue una racha de fallos, ¿quién crees que aguantará? El primer apostador tiene todas las papeletas para quedarse a cero, mientras que el segundo solo habrá visto reducirse una pequeña parte de su dinero y tendrá margen de sobra para recuperarse.
Disciplina y visión a largo plazo
Usar un sistema de stake te obliga a poner los pies en la tierra. Te fuerza a ser disciplinado y a pensar más allá del próximo partido. De repente, apostar deja de ser un impulso para convertirse en una inversión calculada.
Sin un sistema de stake, lo que haces es jugar. Con un sistema de stake, lo que haces es invertir en tus conocimientos.
Así de simple. Se trata de maximizar las ganancias cuando la confianza es alta y, sobre todo, de minimizar las pérdidas cuando el resultado es incierto.
Esta forma de pensar es la que te mantiene a flote y te permite ser rentable. Las propias cuotas influyen mucho en el stake que eliges. Si ves cuotas muy competitivas en casas de apuestas como LeoVegas o Codere, es normal sentir la tentación de asignar un stake más alto. Puedes encontrar una comparativa de las mejores cuotas en Oddschecker.com.
La conexión con otras métricas de rendimiento
Gestionar bien el stake no solo es para proteger tu dinero. Es la única forma de saber si de verdad eres bueno apostando o si solo estás teniendo suerte. Sin una gestión coherente, es imposible medir tu rendimiento real.
Métricas tan importantes como el yield (la rentabilidad) dependen por completo de que cada apuesta tenga un stake asignado con lógica. Si quieres entender mejor cómo se mide el éxito a largo plazo, échale un vistazo a nuestro artículo sobre qué es el yield en las apuestas.
Errores de principiante al usar el stake que debes evitar
Usar mal el stake es casi tan peligroso como no usarlo. Si no sigues las reglas básicas, esta herramienta puede vaciar tu bankroll mucho antes de lo que te imaginas.
Uno de los tropiezos más habituales es la sobreconfianza. Esto pasa cuando le metes un stake 9 o 10 a una apuesta solo porque "tienes un pálpito", sin pararte a hacer un análisis objetivo que lo justifique.
Otro clásico es el fanatismo. Apostar fuerte por tu equipo del alma, sin mirar si llega en buena forma o si el rival es un hueso duro de roer, es buscarse problemas. La pasión nubla la razón, y en las apuestas, la razón es tu mejor aliada.
Este impulso no se limita solo al deporte. Fíjate en el interés que despiertan las apuestas de Eurovisión, que, como informa RTVE.es, demuestra que las emociones pueden llevarnos a tomar malas decisiones si no aplicamos un poco de disciplina.
El error más destructivo que debes conocer
Pero si hay un error que se lleva la palma, es intentar recuperar lo perdido a la desesperada. Fallas una apuesta de stake 5 y, de repente, la tentación de lanzar la siguiente con stake 10 para arreglarlo es casi irresistible.
A esta táctica se la conoce como Martingala, y es el atajo más rápido para quedarte a cero. Ir doblando la apuesta cada vez que pierdes solo acelera el desastre.
Aprender a detectar estas trampas emocionales y esquivarlas es fundamental. El secreto no está solo en entender qué es el stake en apuestas, sino en aplicarlo con una disciplina de acero, dejando los impulsos a un lado para proteger tu capital como si fuera oro.
Resolviendo dudas: preguntas frecuentes sobre el stake
Aunque las reglas parezcan claras, es normal tener dudas al empezar. Vamos a resolver las preguntas más habituales para que te sientas seguro usando el stake desde el minuto uno.
¿A cuánto dinero equivale un stake 10?
Esta es la pregunta del millón. Un stake 10 nunca es una cantidad fija, sino un porcentaje de tu bankroll. La regla de oro entre los apostadores experimentados es que tu apuesta de máxima confianza no supere nunca el 5 % de tu capital total.
Por ejemplo, si tienes un bankroll de 200 €, tu stake 10 (la apuesta en la que más confías) sería de 10 €. Así te aseguras de que un mal resultado, incluso en la apuesta que veías más clara, no te haga un roto en la cartera.
Si mi bankroll cambia, ¿tengo que recalcular el stake?
Sí, siempre. El valor de tu stake no es estático, tiene que moverse al ritmo de tu capital. Si tu bankroll pasa de 200 € a 250 €, tu nuevo stake 10 (el 5 %) ya no serán 10 €, sino 12,5 €.
Un buen hábito es recalcular el valor de tu unidad de stake cada cierto tiempo. Puedes hacerlo una vez a la semana o cada vez que tu bankroll suba o baje de forma notable, por ejemplo, un 10 % o un 15 %.
¿Qué es mejor, un sistema de stake fijo o uno variable?
Aquí la respuesta depende de tu nivel de experiencia.
-
Stake Fijo: Ideal si estás empezando. Consiste en apostar siempre el mismo porcentaje (por ejemplo, el 1 % de tu bankroll) sin importar la confianza. Es la mejor forma de dejar las emociones fuera y centrarte en aprender.
-
Stake Variable: Para apostadores más curtidos. Te da la flexibilidad de arriesgar más cuando tienes mucha confianza en un pronóstico y menos cuando tienes dudas. Exige mucho análisis y disciplina para no caer en el error de sobrevalorar tus apuestas.